Egipto
domingo, 18 de julio de 2010
Estamos en la mezquita de Al Muayyad.Nos dejaban entrar si íbamos tapadas y con respeto,así que nos pusimos un pañuelo a modo de velo,nos descalzamos y entramos en la sala de oración.
La mezquita pertenece al complejo del sultán Al Muayyad y albergaba una madrasa.
Hay azulejos turcos en el muro,un bello techo de madera dorada pintado,ventanas de estuco enrejado y puertas con madera y marfil añadidas a las columnas con capiteles preislámicos.
En el patio abierto hay una fuente de ablución .
El santuario está decorado con un friso de mármol y un nicho de oración con una fila de hornacinas incrustadas,separadas por pequeñas columnas de vidrio azul.
Nos calzamos y emprendimos la subida a la azotea donde se hayan los dos minaretes de Bab Zuwayla.Desde allí se contempla una preciosa vista del Cairo y íbamos a tener otra inolvidable experiencia...escuchar la llamada a la oración desde aquel privilegiado lugar.
Intentar contar lo que sentí es imposible.
Sólo estando allí en ese momento,oyendo la llamada de todas las mezquitas del Cairo primero y a continuación la llamada de la mezquita en la que nos encontrábamos,allí arriba...imposible,repito.
Inolvidable,única y mágica la experiencia...
De allí a callejear otro poquito en la noche.
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